Otro relato sin sentido sobre mi día

Hoy se fue la luz, pero no solo en mi casa sino en toda la calle, mmm creo que en la mayor parte de la colonia, ¿la razón? Se estrelló un camión de pepsi en unos postes de luz casi en la entrada de la colonia. Fue cerca de los escalones miados en los que una vez me caí tumbó el viento asesino. Enigüei, tenía que pasar por ahí para ir a esperar el camión así que pensaba "¿me dejarán pasar por ahí?". Oh cierto, ya sabía que había chocado el camión ese porque una vecina llamó a la casa para decirnos eso. En fin, pensé que sería bueno tomarle una foto al desmadre aquel así que fui por mi cámara para meterla en mi bolsa, pero ¡ooooooh, sorpresa!, no tenía carga. Olvide que no había luz y conecté el cargador para -obvio- cargar la cámara lo suficiente para tomar un par de fotos:

Melissa: Si, tonta, ¿cómo quieres cargar la cámara si no hay luz?
Yo: ¡Arg! *inner: ¡Tonta, tonta, tonta! -acompañando cada "tonta" con un cabezaso en la pared-*.

Cuando iba bajando ya estaban en el "lugar de los hechos" un montón de patrullas, una ambulancia, una grúa, carros de la CFE y reporteros. Pasé al lado de unas señoras:

Doña1: Mira, ahí están los de la tele entrevistando gente, ve y habla con ellos.
Doña2: ¡No!, estás loca, mejor ve tú.
Doña1:  Tú eres la que quiere salir en la tele, ¿que no?

Si, fue todo un acontecimiento.

Mientras esperaba el camión pasó mi amigo Chino y me dio raite y me dejo en la soriana del periférico, así que ya no tuve que asolearme en la mugre parada donde me encontró.

Llegué a la escuela, llovía. Me agrada que llueva.

Ayer me la pasé en pijama. Ingerí un delicioso desayuno desbordante de colesterol y vi la final del mundial. Pinches españoles, me alegra que ganaran. Casillas es mi héroe.

Estoy considerando consultar con el pulpo Paul cuando tenga dudas sobre por quién votar en las próximas elecciones y para otros asuntos intrascendentes de mi vida cotidiana (huevos ó chilaquiles, la blusa azul ó la blusa rosa, René tendrá sexo esta semana ó no, ser o no ser).

Leí dos veces el libro de La casa de los espíritus, comí helado de vainilla con galletas. Tengo duvalines.

Como decía, esto es un relato sin sentido.

Cambio y fuera.