domingo, 29 de enero de 2012

Zzzz.... Zzzz....

Pues sí, me digné a actualizar antes de que se termine el mes. El 2do aniversario de este blog pasó sin pena ni gloria porque estuve abrumada con tantas tareas y trabajo del kinder. Casi no duermo porque siempre estoy haciendo algo; recupero horas de sueño en el camión cuando voy a mi casa, siempre en el mismo pedacito me entra sueño, cabeceo y dormito como por 20 minutos. Seguro ya he llevado muchísima felicidad y diversión a todas las personas que me han visto dormida en el camión con todas mis chácharas de maestra (una bolsa enorme llena de cuadernos, estrellitas, pistola de silicón, libros, etc.).

Ya lo había dicho antes, algunos universitarios padecen hambre, yo sufro falta de sueño.

¡Ay, estimado lector! Quien más sufre los estragos de mi ocupada vida laboral y académica (porque social social, pues no) es este pequeño blog que ni tuvo fiesta de cumpleaños porque lo olvidé completamente. Pero prometo que ya no lo abandonaré tan horrible, actualizaré ai promis. Me chocan los blogueros y vlogueros que después de mucho tiempo sin postear dicen que no habían atendido su changarro porque "tienen una vida", como si insinuaran que las personas que los siguen no tuvieran una. Tan odiosos, tan soberbios ellos.

El viernes volví a ver al cabezón que me traía como boba en la secundaria, por el mismo rumbo de la vez pasada y creo que ya descubrí porque: su novia/ligue/o algo vive por ese barrio. Me salieron al encuentro de repente y yo iba con una bolsa enorme llena de películas en formato VHS que llevé al kinder para ver con los niños y los libros para hacer la planeación. Iba del otro lado de la calle y no me atreví a cruzar para tomar el camino de siempre tan solo para evitar estar cerca de ellos, así que tome el otro camino y corrí para adelantarlos y perderlos de vista, y aunque no les saqué mucha ventaja al menos ya habían quedado detrás de mí. Aun así temí volverlos a encontrar una vez que llegara a la parada del camión, pero afortunadamente la tierra se los tragó.

Usted se preguntará, ocioso lector, ¿por qué le entra tal pánico a la autora cuando se topa con dicho sujeto? Pues no sé.Quizás porque acordarme de todas las cursiladas que le escribí me da vergüenza, quizás porque él creía que estaba loca, quizás porque cuando me lo encuentro ando toda llena de tinta en la ropa y las manos (resultado de revisar pilas y pilas de trabajitos y libros), quizás porque nunca me hizo caso.

No es que me siga importando o sienta algo por él, solo es mi lado maligno que no quiere que  el cabezón sea feliz con otra persona como castigo por haberme rechazado en la secundaria, a una edad tan pinche emo. Así que cuando me lo encuentre de preferencia que sea cuando vaya bien vestida (no con el uniforme del kinder) y guapa, para que se le retuerzan las tripas al ver que buena  me he puesto con el tiempo y de coraje por no haberme hecho caso cuando pudo. Noooo, si ya lo superé.

Ya en serio, ese es solo mi lado malo, a mi lado "normal" le da igual, solo que prefiere no verlo never ever para evitar que surjan los recuerdos vergonzosos.

Y pues ya ve, mi vida no es interesante, pero mis traumas le pueden hacer reír. Así que gozeme, que raras como yo existen bastantes, pero no todas publican sus rarezas para hacerlo reír.

Es todo por hoy pillines. Ya que he dejado todo en orden me iré de ociosa. Bueno, realidad mi cuarto está patas pa'rriba, luego me encargo de eso.

Eso me recuerda (en realidad no viene al caso pero se aguanta), hace tiempo chateando con Juan le dije que se me antojaban unos chetos y que quería que me diera unos. Bien original él, me mandó los chetos que quería.


Cambio y fuera.

domingo, 8 de enero de 2012

Parecidos razonables


¿Alguien ha notado el parecido entre Darkar Alatriz y Juanes?


 




<------ Juanes


  



<-------Darkar


Cambio y fuera.

sábado, 7 de enero de 2012

No comí rosca de reyes

El viernes en el instituto la directora dejo a los niños llevar un juguete, para celebrar el día de Reyes en la escuela. Desde los de preescolar hasta 6to año pasaron gran parte del día jugando en el patio, unos llevaron bicicletas, patines, patinetas, DS, PSP, muñecas y demás; también comieron rosca y bebieron chocolate caliente. 

Mientras los niños se divertían con su recreo extra, procesando todo el azúcar consumido, los maestros tuvimos nuestra pequeña reunioncita, también con rosca y chocolate caliente. La verdad que yo no tenía ganas de comer rosca, pero para no ofender a mi anfitriona (la directora) me dispuse a partir una rebanada, no obstante, otra maestra estaba usando el cuchillo y decidí esperar... pero cuando lo desocupó, inmediatamente otra se atravesó en mi camino y lo tomó. Así que decidí servirme al último, para no estar como boba junto a la mesa esperando el cuchillo. Me serví chocolate -delicioso, por cierto- y me senté en la sombrita y pues que me dio flojera levantarme y ya no volví por la mugrosa rosca. 

Vaya, conviví con los demás maestros, me sentí como deben sentirse los niños cuando no los mandan a ver si ya puso la marrana y los dejan quedarse con los adultos en las fiestas. No hablaron nada interesante o quizás no puse atención.

Y ese fue el hecho más relevante de ayer. ¡Pero espere, querido lector! Que aun no termina mi delirio y me quedan más cosas por mitotearle.

Resulta que el martes, mientras caminaba del instituto a la parada del camión para irme a mi casita, me topé con un fantasma de mi pasado. Estaba sentado en unos escalones, tan serio él, tan lejano, tan cabezón: mi primer trauma amoroso. Lo vi y me entró el pánico, ¿pensaría aun que lo acosaba?, ¿se habría asustado de verme por ese barrio, tanto como me asusté yo al verlo a él?, ¿debería saludar? No quería ser vista o al menos, si ya se había percatado de mi presencia, esperaba que no se diera cuenta de también yo lo había reconocido. Afortunadamente, estaba sentado del otro lado de la calle  y caminé veloz para dejar su recuerdo atrás. Siento ansiedad cada vez que lo veo, porque piensa que estoy loca, o antes lo pensaba. Ash, malditos complejos que me dejo la secundaria.

Para alegrar esta entrada, vean esto:


 Mi hermano y yo junto a un chango alcohólico en Guadalupe de Ures






 Una especie de borrachín de madera y yo


 La histórica iglesia de Ures


Un ángel vengador que estaba dentro de la iglesia


Le presumo un poco de mi viaje, ¿cómo la ve?

El lunes vuelvo a clases, a iniciar el octavo cuatrimestre y lo que vendría siendo mi último año como universitaria porque, gracias a la rosa de guadalupe, el próximo mes de diciembre me gradúo y por fin seré licenciada en educación y si acaso el mundo se va a la chingada este año pues no me importa ya que me vendría graduando por el 13 ó 14 de diciembre.

Me inscribí el jueves y ya tengo mi horario pero ningún maestro asignado, cosa rara. Tendré dos materias virtuales; me encantan, entre otras cosas, porque mis compañeras las detestan. Las virtuales son Solución de conflictos y... Formulación de proyectos de investigación educativa. También llevaré, de manera presencial Evaluación y perspectiva de la educación a distancia, Presupuestos educativos, Evaluación del aprendizaje, Acreditaciones educativas nacionales e internacionales y Desarrollo de competencias profesionales.


Me estoy poniendo vieja D:


Pero me titularé antes que los malditos normalistas. ¡Albricias!

Cambio y fuera.

lunes, 2 de enero de 2012

Nos mandaron a ver si ya puso la marrana


A mí y a toda mi familia. 
 
¿Pues cómo la ve, estimado lector? Lo que pasa es que tengo una abuela bien dramática que por ahí de septiembre, octubre le dio el patatús –según ella– y que andaba bien mala y quería que todos fueran a verla. Nosotros (papá, mamá, hermanos y yo) no fuimos porque mi padre tenía que trabajar y mis hermanos yo tenemos clases. Total que ya pasó todo y mi madre llamó para preguntar cómo estaba. Todo normal.


Todo esto sería irrelevante de no ser porque la vetusta dama es rencorosa y sentía la necesidad de vengarse de los desconsiderados de sus parientes que no fueron a visitarla en su lecho de enferma. Para no hacer el cuento más largo iré al grano: Fuimos a Hermosillo el día 31 como todos los años a pasar año nuevo con mis abuelos pero el problema fue que no nos abrieron la puerta. Así como lo lee, incrédulo lector. Mi padre ya le había advierto a mi madre que eso podría pasar, como desquite por no ir a verla, pero ella no quiso entender. A las dos de la tarde llegamos al rancho de mi tío, a saludar antes de llegar con mi abuela; estuvimos dos horas y a las cuatro llegamos a la casa de mis abuelos. Tocamos, aventamos piedritas a la puerta para que nos escucharan, todavía mi papá y mi hermano le movieron al carro y ni así salieron a abrirnos la puerta. Había luz, pero nadie salió. Pero no nos apachurramos, nos regresamos al rancho a pasar el año nuevo. Ya en casa de mis tíos, marcamos a la casa de mi abuela y mi madre habló con ella. Quién sabe qué fue lo que hablaron, pero según dicen, mi abuela andaba encabronada porque llegamos primero al rancho y no directamente con ella y que si tanto nos gustaba estar en el rancho que allá nos quedáramos. Plop.


¿Qué tal? Somos unos apestados ahora, desterrados de la casa de mi abuela por tiempo indefinido. Por lo menos hasta que mi madre quiera volver a pasar año nuevo con su suegra. Yo preferiría no volver a intentarlo para la siguiente Nochevieja. ¿Para qué?


Enigüei. En el rancho tronaron “cuetes”, pusieron música y todos contentos. El día primero nos fuimos a comer a Ures, antigua capital del estado, como no cesaba de recodar mi tío. Primero teníamos pensado ir a comer a un puesto que conocía mi tío, pero no estaba abierto, por eso nos fuimos hasta la histórica ciudad de Ures. Entramos a un restaurant-bar frente a la Plaza Zaragoza, el “¡Ajúa!”. Es un lugar muy bonito, una vieja casa de adobe adaptada como restaurante. Tomamos fotos a morir, nos dimos una vuelta por la plaza y la iglesia y después volvimos al rancho en la tarde.


Y pues así pasé la víspera de año nuevo. Mi hermano manejo en carretera por primera vez, se llevó el carro desde Santa Anna, nos rechazaron de una casa, fuimos a Ures, comimos, dormimos, tronamos “cuetes” y nos divertimos.


Espero que uds, pillines, se la pasaran bien.



Cambio y fuera.