lunes, 1 de octubre de 2012

Mi gata me estornudó y un niño me mordió... ¿me voy a morir?

Así es, estoy de regreso y, como muchos temen, con historias completamente irrelevantes.

Pues ¿cómo la ven? Ahora soy maestra de grupo, tengo diez niños de entre 3 y 4 años a mi cargo y soy muy feliz, estoy a dos meses y cacho de graduarme y de entrar a la maestría o a la especialidad (depende de cómo queden las cosas) y soy muy feliz.

Dice mi hermana que leyó en alguna parte que es de buena suerte que un gato te estornude, yo solo pude pensar en algún virus gato-zombi. Por otro lado, nunca he escuchado sobre el significado que tenga una mordida de niño en el brazo. Resulta que llevaron a un niño nuevo, tiene autismo y vamos a observar cómo se desenvuelve para determinar si lo aceptan en la escuela o no, en caso de que se quede estará en mi grupo, donde ya tengo a otro niño con problemas de lenguaje y lo que parece ser cierto grado de autismo. El caso es que saqué a los niños a jugar al patio un rato, luego de que terminaron sus trabajos, cuando fue hora de volver al salón el niño no quería entrar; le pedí que me diera la mano para ir juntos, me dio la mano y caminamos juntos pero dimos unos pocos pasos y se tiró al piso, le pedí que se levantara, se levantó y seguimos caminando, se volvió a tirar al piso y a gritar, cuando le pedí que se levantara se colgó de mi brazo y me mordió. Más que dolor, me dio miedo, porque nunca me había pasado ni había pensado en qué haría en esa situación. La directora del preescolar le llamó la atención porque ella vio cuando eso pasó pero el niño ni caso le hizo, ni nos volteo a ver, solo se metió al salón. Mi otro pequeño con autismo no es agresivo, se emberrincha, pero nunca ha golpeado a otro niño o a mí, por eso no me lo esperaba. Rayos.

Mi regreso es inminente, pronto tendré más tiempo "libre" para dejar constancia de mis mágicas aventuras y así alegrarle el día a ud., fiel lector de este blog olvidado. Por lo pronto, ya le platiqué de cómo me hago mayor y enfrento niños con poderosas mandíbulas. Disfrute ud.

Cambio y fuera.


miércoles, 1 de agosto de 2012

El alacrán crán crán... aaay te va picar

Cual mutante chafa de los X-Men o algún derivado, di un super salto en el tiempo. No es que no me pasaran cosas raras que compartir con ud, querido y olvidado lector, lo que sucede es que ya me conoce, bueno, no. El punto es que estoy de regreso, inspirada por todo el paracetamol que aun queda en mi organismo luego de tres días de estar empastillada. Le cuento, le cuento...

Resulta que el sábado en la noche, llegando de una piñata a la que fui con mi madre y hermana, me apoderé de mi lugar en el sillón para hacer mi tarea de la clase virtual, todo iba de maravilla hasta que apareció la advertencia de que la carga de la laptop estaba por terminarse así fue que al disponerme a conectar el cargador un alacrán asesino me atacó. Parece ser que no le agradó que lo aplastará con mi antebrazo al recargarme sobre él.

Fue toda una experiencia. Sentí el horrible piquete del mal y me entró pánico al ver cual fue la causa porque en esta casa han habido gatos, perros, grillos, conejos, chapulines, hormigas, arañas patonas, un nido de avispas, pero jamás de los jamases un animalito de estos. Era chiquito y maligno y murió aplastado bajo el zapato justiciero de mi madre, tan valiente ella que me ordenó buscará mi tarjeta del seguro para que fuéramos a que me administrarán un antídoto.

Me punzaba y ahí donde me había picado, se me puso como piel de gallina. Mi hermana sacó un boli del congelador para que me lo pusiera en el brazo y nos fuimos. En la clínica más cercana a la casa no había suero antialacrán así que nos mandaron al seguro, en el centro de la ciudad. Yo estaba que me moría del susto porque nunca en mi corta vida me había picado una de esas fregaderas. Llegamos al seguro, el doctor me tomó los datos y me preguntó que síntomas tenía y así, luego me mandó a sentarme con mi boli ya derretido a una de esas sillas azules donde esperan los enfermos, heridos y moribundos. A un lado de mí estaba un repartidor de pizza con un raspón en forma de corazón en la rodilla (entre otras cosas), algo que le pareció interesantísimo a la doctora de guardia por lo que no resistió la tentación de sacarle unas fotos.

Luego de unos minutos una enfermera me llamó para ponerme el suero; me apretó la muñeca con un guante y luego me picó una vena en el dorso de la mano para conectarme el catéter y el suero y eso. La verdad que se portó super amable y aunque si dolió un poco, no fue la experiencia dolorosa y sangrienta que me platicó mi madre cuando ella estuvo internada hace años y la enfermera que la atendió no pudo conectarle el suero ni a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera, con el resultado de que la picoteó toda como si de un alfiletero se tratase.

Al final todo salió bien, me dieron pastillas para el dolor que según me duraría tres días, pero con tanto medicamento no lo sentí. 

Bueno, eso es todo por ahora, debo dormir pero mañana, lo prometo, mañana escribiré algo mejor. Debo celebrar este renacimiento compartiendo con ud., comprensible lector, mi basta sabiduría. Atenderé como se debe a este mosqueado y olvidado blog, aunque diga Juan que sea un desierto solitario, pero que es MÍ desierto solitario.

Cambio y fuera.

martes, 8 de mayo de 2012

Vagabundos


Jelooouuu.


Me perdí en el camino de la vida y pues no había actualizado porque soy una haragana, no precisamente porque tuviera muchas cosas que hacer.


Le comento, olvidado lector, que desde la última vez que me digné a escribir he vivido algunas situaciones muy jocosas, por ejemplo:


Escenario: Calle Vázquez, 2:15 p.m., martes… quizás miércoles… no recuerdo. Iba yo tranquilamente caminando del Instituto hacia la parada del camión para volver a casita cuando de repente un vagabundo que iba frente a mí me habla…


Vagabundo: ¿Me vienes siguiendo? *lo dice en un tono que revela que encuentra la situación claramente divertida*.
Yo: ¿Eh?, noo…
Vagabundo: Ahh, es que hace rato que vienes detrás de mí.
Yo: Mmm, ¿en serio?, no me di cuenta *que al caso*.
Vagabundo: Mucho gusto, yo soy José Luis (¿? No recuerdo su nombre), ¿cómo te llamas? *me tiende su mano a manera de saludo*.
Yo: Eeeh… Claudia *identidad falsa para emergencias*.
Seguimos caminando en silencio unos minutos
Vagabundo: ¿Te saqué de onda?
Yo: Síiii.
Vagabundo: ¿Pero bien o mal?
Yo: Este… nomás así…
Vagabundo: ¿Para dónde vas?
Yo: A la parada del camión.
Vagabundo: ¿Y de ahí?
Yo: Pues… a mi casa, espero.
Llegamos al cruce, la esquina donde está la farmacia y el semáforo.
Vagabundo: Bueno, me despido, cuídate mucho Claudia.
Yo: Mmm si, gracias… igualmente.
Fue algo incómodo…
Creerán que ya la había librado, pero una vez en la parada otro vago me abordó:
Vago 2: Qué bonitas tus uñas.
Yo: ¿Eh?... Gracias.
Vago 2: ¿Qué son? ¿Ranitas?
Yo: Sí, eso intente que fueran.
Vago 2: Muy lindas.


¿Cuántas probabilidades existen de que un vago te aborde en la calle? Muchas, seguramente. ¿Pero dos en menos de 10 minutos? La verdad que ya no me sorprende, soy como un imán para la gente extraña, loca o rara que anda suelta por las calles de Nogales. Tengo muchas anécdotas de vagos que me han hablado en la calle. Esta no es novedad. Recuerdo una ocasión en que iba con J por la calle cuando escuchamos a unos vagos discutir:


Vagoramdom: ¡Chingas a tu madre y todo el aire que respiras!


También está la vez en que un par de vagos se pelearon en camión por unos tennis que al parecer uno le robó al otro mientras dormía. En fin, que son muchas para relatarlas todas ahorita.

También tengo buenísimas noticias. El lunes comienzo mi penúltimo cuatrimestre en la universidad y para mejorar, en el nuevo campus, el definitivo, el nuestro. La desventaja es que ya no estaremos a unos cuantos pasos del Economax (ahora Super del Norte, pero en mí corazón y en el de todos siempre será Economax) para ir a comprar chucherías. Aunque, por otro lado, estaremos relativamente cerca de Soriana.


Pronto me despediré para siempre de mi “alma mater” y ya no pagaré otra cochina colegiatura y ahora sí que la quincena completa será para mí y mis oscuros fines, además podré decir con orgullo que mi carrera no me la pago el jodido banco ni ninguna sucia beca (sucia porque las cabronas me sacaban la vuelta a pesar de mi promedio de 9.8), sino que fue gracias al apoyo de mis padres y de mi trabajo. Ay qué bonito.


En el instituto buscamos huevos de Pascua y me disfracé de conejo, el día del niño todas las maestras nos disfrazamos de payaso y bailamos y bailamos y fue la fiesta escolar más divertida en la que he estado.


Creo que es todo lo que se me ocurre en este momento. Felicidad inmensa porque casi terminaré mi carrera y seré oficialmente una docente, Licenciada en Educación. Además se acerca el día de las madres y su correspondiente evento y el día del maestro y lo que sea que tenga planeado la directora para nosotros.


Quizás los mantenga informados… quizás se me pase. 


Cambio y fuera.

Esta entrada fue escrita el domingo .

jueves, 5 de abril de 2012

Vacaciones

Pues sí, aquí estoy reportándome luego de una larga ausencia y durante todo el tiempo que anduve sin atender a mi pobre blog han pasado varias cositas interesantes que compartiré con ud., siempre estimado y fiel lector.

Para empezar le cuento que estoy de vacaciones: una semana de la universidad y dos del instituto. Algo positivo es que, a diferencia del año pasado en el otro kinder, esta vez si me pagaron las vacaciones. ¡Albricias!

La última semana de clases en el instituto tuvo dos celebraciones divertidas, para empezar, la búsqueda de huevos de pascua. A los niños les encanta esa actividad y para la ocasión me hice unas orejas de conejo con foami y estar a tono con la celebración. Hay fotos de mis orejas, pero luego las pongo porque me da flojera ir por la cámara. La segunda celebración fue la fiesta de cumpleaños de los gemelos, hijos de la maestra de tercero, que fue el viernes y de disfraces por lo que reutilice mi disfraz de conejo de pascua pero mejorado (en realidad solo me pinte bigotes con un delineador y enganche con un alfiler imperdible una colita de conejo a mis pantalones). Sin ánimos de presumir, mi disfraz de conejito causó sensanción, en especial por la colita; las niñas se arracimaban alrededor de mí para tocar la bolita de fieltro rellena de esponja que pretendía ser mi cola de conejo. Otra niña fue vestida como conejito y llegó comiendo una zanahoria, se veía muy linda y nos tomamos una foto juntas con nuestra conejil apariencia.

Fue un día muy divertido, sobre todo porque tuve un pretexto para andar disfrazada y ponerme orejas de conejo, además tuve dulces y me pagaron, ¿qué más podría pedir para ese día?

Sé que este post es muy breve y cutre, pero lo compensaré porque aun me quedan los relatos de las chocoaventuras que viví cuando fui a comprar el regalo de cumpleaños de los niños, cuando salí a comer con René y el sábado que fui con unas amigas al Zapata... y de cuando se descompusó mi laptop, hace unos días. Ve, pura historia fresca, recién vivida, tanto que aun no lo asimilo.


Cambio y fuera.

jueves, 15 de marzo de 2012

Necesito...

  1. Un veterinario de buen corazón.
  2. Zapatos nuevos.
  3. Un módem de banda ancha.
  4. Alguien que quiera ayudar a un cocker.
Esas con las cosas que me hacen falta según gugul. Inténtenlo, es divertido. Escriba "(insertar nombre) necesita" en el buscador y goce del placer de que ordenen sus prioridades por ud. Seguro se sorprenderá al descubrir las necesidades no satisfechas que tenía. Pero no olvide poner las comillas. A mí solo me salieron esos cuatro resultados, pero seguro que ud, querido lector, no tiene un nombre tan exótico como el mío así que le aparecerán más cosas. De hecho si salen otros resultados, pero solo si escribo de manera incorrecta mi nombre, así "ivette", pero ya que mi madre decidió que el nombre de su primogénita sería escrito con Y, ya me amolé.
 
Verá ud, resulta que el origen de tan bello nombre es francés y allá por esos rumbos lo escriben con Y, pero ya ve que luego las personas se traen nombres de todas partes del mundo cuya escritura no conocen y hacen las deformaciones que se les  viene en gana, como el infame "Germayoni", tan popular con la fiebre de Harry Potter. Así resulta que existen "Ivette", "Ibeth", "Iveth" y otras variantes, por lo que muuuuy rara vez alguien escribe mi nombre correctamente, la peor aberración que me ha tocado ver es cuando una mamá del kinder escribió mi nombre de esta forma "Hibeth"... ¿HIBETH?... ¿HIBETH?... ¿HIBETH?

Mis ojos sangraron ante tal horror. Para calmar mi ira tuvo que ser necesario sacrificar la cosecha de la temporada junto con el vástago de mi ofensora.
 
Como le decía: mi nombre es francés y se escribe "Yvette". Todas las demás son burdas imitaciones, no se deje engañar. 
 
No era mi intención relatarle la triste, triste historia de cómo las personas siempre escriben mal mi nombre, sino de las maravillas que ocurren cuando anda uno de ocioso experimentando con el buscador. Pero ya que estamos en eso, también le puedo contar de la triste, triste historia de cómo las personas hacen bromas sin gracia de mi apellido materno: Bañuelos. El típico chiste mamón de cambiar la A por una U y soltar una risa tonta (utilice un tono de voz gutural para leer lo siguiente) "uga uga jajaja, se apellida buñuelos jaja uga uga". Pero es mi tragedia, ya que los simples mortales se sienten intimidados debido a mi gracia y belleza que levantan pasiones y su única forma de sentirse menos cutre es burlándose de mi ilustre y rimbombante nombre, que le vamos a hacer, solo debo emplear mis superpoderes para el bien y no para venganzas.

Debo partir, los gremlins saldrán al recreo y debo ir a hacer guardia... además tengo hambre. 

Cambio y fuera.

pd.
Sí, escribo esto desde la computadora de la dirección de preescolar.

domingo, 11 de marzo de 2012

Mustachos, no siempre son buenos

Niño: Mira maestra, me está saliendo bigote.
Yo: Jaja, cuando crezcas vas a tener bigote y hasta barba.
Niño: (le dice a una compañerita) ¡A ti también te está saliendo bigote!
Yo: No, a las niñas no les sale bigote, solo a los hombres.
Niño: (se queda pensando)... entonces mi hermana es hombre porque ella tiene bigote...
Yo: o_o'

domingo, 4 de marzo de 2012

Me gustan los títulos

... que se extienden como parte del texto. Algo muy divertido, la verdad.

Hace como dos semanas tuve exposición sobre organismos acreditadores internacionales y me fue muy bien. Por fin, visitar tantas páginas vaciladoras españolas está rindiendo sus frutos pues resulta que utilicé un dato que conocí gracias a ellas, y me refiero al Erasmus. Estabales yo hablando a mis compañeritos de ISA, un organismo de acreditación internacional fundado en Europa y que el intercambio de estudiantes, intercambiar experiencias y chalalá, entonces recordé ADV y todos los comentarios que había leído sobre el Erasmus y que me hicieron investigar qué era, entonces pensé "este es el momento de aplicar lo que has aprendido en tus momentos de ociosidad navegando por la red"  y ¡Zaz!, que lo menciono y por un instante me sentí así. Vaya, ahora me doy cuenta que no fue tiempo perdido el que empleé visitando esas páginas en lugar de hacer tarea.

Les debo el relato de mi chocoaventura en el curso-taller al que asistí ayer porque ahora me dispongo a ingerir obleas de masa de maíz -y quizás de harina también- con carne de res cocinada a las brasas, osease tacos de carne asada.

Cambio y fuera.


viernes, 24 de febrero de 2012

Comí carne en cuaresma, ¿me voy a morir?

Qué tal, me digné a venir a actualizar este blog tan olvidado cual hijo de papá rico en un episodio de la Rosa de Guadalupe. No es algo particularmente interesante, pero ¿desde cuando los delirios de grandes escritores que sufren aquellos que tienen un blog lo han sido?

El miércoles pasado fue miércoles de ceniza y yo, como no soy fiel devota católica, no estaba enterada. Ese día iba caminando a la parada del camión, saliendo del instituto, bien feliz porque ya me habían firmado las hojas del servicio, cuando me topé con un sujeto con una cruz negra marcada en la frente; pensé "que hardcore, un tatuaje en la frente", pero luego me di cuenta que no podía ser un tatuaje porque se me seguían apareciendo más y más personas con la frente marcada y dada la cercanía de una iglesia con la parada del camión no fue difícil deducir la causa de esa fea marca en los rostros de hombres, mujeres y niños. Y pues que comienza la temporada de cuaresma en la cual pasan a cada la pasión de Cristo en el canal cinco, la gente se abstiene de comer carne roja y se pone de moda ir a misa.

Pero comenzamos mal la cuaresma en mi casa: cenamos hot dogs. ¡Carne! ¡Pecado! ¡Dios nos perdone! Se preguntará -o tal vez no-, estimado lector, qué fue lo que experimenté al saber que la mácula del pecado había caído sobre mí, para ser honesta un hambre satisfecha. Y hoy he vuelto a pecar puesto que comí chicharrones y tuve pensamientos impuros acerca de J. Lo digo por eso de que no se debe comer ni carne roja ni "carne humana", lo que viene a significar que no debes hablar mal de tu prójimo (mitote, chisme, argüende, pues) ni pensar, hablar, soñar o practicar actos de fornicación (pun pun arribotota).

Cambiando de tema, la semana pasada fui a la fiesta de bienvenida organizada para la maestra del preescolar que acaba de parir y su bebe. Fueron dos maestras de la primaria, la secretaria y otras señoras. Ya en la noche, con los ánimos encendidos, la conversación derivo hacia quejas sobre la directora de la escuela y ese tipo de pequeñas intrigas que existen en todas las escuelas... además de muchas, pero muchas (pinches) groserías, tantas que harían llorar al niño dios. Que bonito cuando las maestras dicen groserías, me encanta. Yo no dije por temor a perder el glamour, pero ya que agarre más confianza o cuando me machuque un dedo en la oficina las diré. Eso me recuerda a la primera vez que mis compañeras de clase me escucharon decir groserías y se sacaron de onda porque pensaban que yo era muy correcta y muy fina en mi vocabulario, pero algunas veces para no hacer sentir mal a los simples mortales que me rodean y para no intimidarlos con mi extenso léxico, demasiado elegante para ellos, me pongo a su nivel y empleo un lenguaje vulgar para darme a entender. Bueno, como decía, les sorprendió escuchar de mi boca palabras altisonantes, cuando en realidad las empleo siempre que me enojo, cuando juego en el emulador, cuando se acaban las galletas y no tiran la caja, cuando no hay papel, etc.

Y como toda entrada, la de hoy no estaría completa si no me quejo de la escuela. Será breve. Tengo unas compañeras bien maricas, exageradas y huevonas. No saben hacer un mapa conceptual y no saben lo qué es un resumen. Y para expresar mi frustración y en referencia al tema de las groserías, concluiré con lo siguiente: mamadas, mamadas pendejas. D:<

Cambio y fuera.

lunes, 6 de febrero de 2012

Blablabla

Me vine a quejar aquí al blog.

La materia de Presupuestos educativos me marea y no entiendo nada de nada del proyecto final y para acabarla de amolar el maestro se enoja cuando alguien le pregunta o tiene una duda y responde "¿por qué se cierran? se nota que no estaban poniendo atención". A todos les dice lo mismo; por mi parte, si de verdad no prestase atención, no tendría el descaro de ir a preguntar. Si solo uno o dos no entendieran podría decir que es por no prestar atención, pero cuando todo el grupo tiene duda es que algo anda mal. En cambio en la materia de Perspectiva y evaluación todo marcha sobre ruedas y aunque he estado jugando Pokemon (versión amarilla) en el emulados durante las dos últimas exposiciones entiendo lo que la maestra pide y ya está casi listo nuestro proyecto (reciclamos un proyecto anterior, que a su vez está basado en otro, y lo perfeccionamos). De la virtual, ni hablar, aun es muy pronto para saber que pasará.

Creo que es todo por hoy, pero déjeme buscar en mi memoria viejos traumas y anécdotas para compartir con ud estimado lector.

Cambio y fuera.

domingo, 29 de enero de 2012

Zzzz.... Zzzz....

Pues sí, me digné a actualizar antes de que se termine el mes. El 2do aniversario de este blog pasó sin pena ni gloria porque estuve abrumada con tantas tareas y trabajo del kinder. Casi no duermo porque siempre estoy haciendo algo; recupero horas de sueño en el camión cuando voy a mi casa, siempre en el mismo pedacito me entra sueño, cabeceo y dormito como por 20 minutos. Seguro ya he llevado muchísima felicidad y diversión a todas las personas que me han visto dormida en el camión con todas mis chácharas de maestra (una bolsa enorme llena de cuadernos, estrellitas, pistola de silicón, libros, etc.).

Ya lo había dicho antes, algunos universitarios padecen hambre, yo sufro falta de sueño.

¡Ay, estimado lector! Quien más sufre los estragos de mi ocupada vida laboral y académica (porque social social, pues no) es este pequeño blog que ni tuvo fiesta de cumpleaños porque lo olvidé completamente. Pero prometo que ya no lo abandonaré tan horrible, actualizaré ai promis. Me chocan los blogueros y vlogueros que después de mucho tiempo sin postear dicen que no habían atendido su changarro porque "tienen una vida", como si insinuaran que las personas que los siguen no tuvieran una. Tan odiosos, tan soberbios ellos.

El viernes volví a ver al cabezón que me traía como boba en la secundaria, por el mismo rumbo de la vez pasada y creo que ya descubrí porque: su novia/ligue/o algo vive por ese barrio. Me salieron al encuentro de repente y yo iba con una bolsa enorme llena de películas en formato VHS que llevé al kinder para ver con los niños y los libros para hacer la planeación. Iba del otro lado de la calle y no me atreví a cruzar para tomar el camino de siempre tan solo para evitar estar cerca de ellos, así que tome el otro camino y corrí para adelantarlos y perderlos de vista, y aunque no les saqué mucha ventaja al menos ya habían quedado detrás de mí. Aun así temí volverlos a encontrar una vez que llegara a la parada del camión, pero afortunadamente la tierra se los tragó.

Usted se preguntará, ocioso lector, ¿por qué le entra tal pánico a la autora cuando se topa con dicho sujeto? Pues no sé.Quizás porque acordarme de todas las cursiladas que le escribí me da vergüenza, quizás porque él creía que estaba loca, quizás porque cuando me lo encuentro ando toda llena de tinta en la ropa y las manos (resultado de revisar pilas y pilas de trabajitos y libros), quizás porque nunca me hizo caso.

No es que me siga importando o sienta algo por él, solo es mi lado maligno que no quiere que  el cabezón sea feliz con otra persona como castigo por haberme rechazado en la secundaria, a una edad tan pinche emo. Así que cuando me lo encuentre de preferencia que sea cuando vaya bien vestida (no con el uniforme del kinder) y guapa, para que se le retuerzan las tripas al ver que buena  me he puesto con el tiempo y de coraje por no haberme hecho caso cuando pudo. Noooo, si ya lo superé.

Ya en serio, ese es solo mi lado malo, a mi lado "normal" le da igual, solo que prefiere no verlo never ever para evitar que surjan los recuerdos vergonzosos.

Y pues ya ve, mi vida no es interesante, pero mis traumas le pueden hacer reír. Así que gozeme, que raras como yo existen bastantes, pero no todas publican sus rarezas para hacerlo reír.

Es todo por hoy pillines. Ya que he dejado todo en orden me iré de ociosa. Bueno, realidad mi cuarto está patas pa'rriba, luego me encargo de eso.

Eso me recuerda (en realidad no viene al caso pero se aguanta), hace tiempo chateando con Juan le dije que se me antojaban unos chetos y que quería que me diera unos. Bien original él, me mandó los chetos que quería.


Cambio y fuera.

domingo, 8 de enero de 2012

Parecidos razonables


¿Alguien ha notado el parecido entre Darkar Alatriz y Juanes?


 




<------ Juanes


  



<-------Darkar


Cambio y fuera.

sábado, 7 de enero de 2012

No comí rosca de reyes

El viernes en el instituto la directora dejo a los niños llevar un juguete, para celebrar el día de Reyes en la escuela. Desde los de preescolar hasta 6to año pasaron gran parte del día jugando en el patio, unos llevaron bicicletas, patines, patinetas, DS, PSP, muñecas y demás; también comieron rosca y bebieron chocolate caliente. 

Mientras los niños se divertían con su recreo extra, procesando todo el azúcar consumido, los maestros tuvimos nuestra pequeña reunioncita, también con rosca y chocolate caliente. La verdad que yo no tenía ganas de comer rosca, pero para no ofender a mi anfitriona (la directora) me dispuse a partir una rebanada, no obstante, otra maestra estaba usando el cuchillo y decidí esperar... pero cuando lo desocupó, inmediatamente otra se atravesó en mi camino y lo tomó. Así que decidí servirme al último, para no estar como boba junto a la mesa esperando el cuchillo. Me serví chocolate -delicioso, por cierto- y me senté en la sombrita y pues que me dio flojera levantarme y ya no volví por la mugrosa rosca. 

Vaya, conviví con los demás maestros, me sentí como deben sentirse los niños cuando no los mandan a ver si ya puso la marrana y los dejan quedarse con los adultos en las fiestas. No hablaron nada interesante o quizás no puse atención.

Y ese fue el hecho más relevante de ayer. ¡Pero espere, querido lector! Que aun no termina mi delirio y me quedan más cosas por mitotearle.

Resulta que el martes, mientras caminaba del instituto a la parada del camión para irme a mi casita, me topé con un fantasma de mi pasado. Estaba sentado en unos escalones, tan serio él, tan lejano, tan cabezón: mi primer trauma amoroso. Lo vi y me entró el pánico, ¿pensaría aun que lo acosaba?, ¿se habría asustado de verme por ese barrio, tanto como me asusté yo al verlo a él?, ¿debería saludar? No quería ser vista o al menos, si ya se había percatado de mi presencia, esperaba que no se diera cuenta de también yo lo había reconocido. Afortunadamente, estaba sentado del otro lado de la calle  y caminé veloz para dejar su recuerdo atrás. Siento ansiedad cada vez que lo veo, porque piensa que estoy loca, o antes lo pensaba. Ash, malditos complejos que me dejo la secundaria.

Para alegrar esta entrada, vean esto:


 Mi hermano y yo junto a un chango alcohólico en Guadalupe de Ures






 Una especie de borrachín de madera y yo


 La histórica iglesia de Ures


Un ángel vengador que estaba dentro de la iglesia


Le presumo un poco de mi viaje, ¿cómo la ve?

El lunes vuelvo a clases, a iniciar el octavo cuatrimestre y lo que vendría siendo mi último año como universitaria porque, gracias a la rosa de guadalupe, el próximo mes de diciembre me gradúo y por fin seré licenciada en educación y si acaso el mundo se va a la chingada este año pues no me importa ya que me vendría graduando por el 13 ó 14 de diciembre.

Me inscribí el jueves y ya tengo mi horario pero ningún maestro asignado, cosa rara. Tendré dos materias virtuales; me encantan, entre otras cosas, porque mis compañeras las detestan. Las virtuales son Solución de conflictos y... Formulación de proyectos de investigación educativa. También llevaré, de manera presencial Evaluación y perspectiva de la educación a distancia, Presupuestos educativos, Evaluación del aprendizaje, Acreditaciones educativas nacionales e internacionales y Desarrollo de competencias profesionales.


Me estoy poniendo vieja D:


Pero me titularé antes que los malditos normalistas. ¡Albricias!

Cambio y fuera.

lunes, 2 de enero de 2012

Nos mandaron a ver si ya puso la marrana


A mí y a toda mi familia. 
 
¿Pues cómo la ve, estimado lector? Lo que pasa es que tengo una abuela bien dramática que por ahí de septiembre, octubre le dio el patatús –según ella– y que andaba bien mala y quería que todos fueran a verla. Nosotros (papá, mamá, hermanos y yo) no fuimos porque mi padre tenía que trabajar y mis hermanos yo tenemos clases. Total que ya pasó todo y mi madre llamó para preguntar cómo estaba. Todo normal.


Todo esto sería irrelevante de no ser porque la vetusta dama es rencorosa y sentía la necesidad de vengarse de los desconsiderados de sus parientes que no fueron a visitarla en su lecho de enferma. Para no hacer el cuento más largo iré al grano: Fuimos a Hermosillo el día 31 como todos los años a pasar año nuevo con mis abuelos pero el problema fue que no nos abrieron la puerta. Así como lo lee, incrédulo lector. Mi padre ya le había advierto a mi madre que eso podría pasar, como desquite por no ir a verla, pero ella no quiso entender. A las dos de la tarde llegamos al rancho de mi tío, a saludar antes de llegar con mi abuela; estuvimos dos horas y a las cuatro llegamos a la casa de mis abuelos. Tocamos, aventamos piedritas a la puerta para que nos escucharan, todavía mi papá y mi hermano le movieron al carro y ni así salieron a abrirnos la puerta. Había luz, pero nadie salió. Pero no nos apachurramos, nos regresamos al rancho a pasar el año nuevo. Ya en casa de mis tíos, marcamos a la casa de mi abuela y mi madre habló con ella. Quién sabe qué fue lo que hablaron, pero según dicen, mi abuela andaba encabronada porque llegamos primero al rancho y no directamente con ella y que si tanto nos gustaba estar en el rancho que allá nos quedáramos. Plop.


¿Qué tal? Somos unos apestados ahora, desterrados de la casa de mi abuela por tiempo indefinido. Por lo menos hasta que mi madre quiera volver a pasar año nuevo con su suegra. Yo preferiría no volver a intentarlo para la siguiente Nochevieja. ¿Para qué?


Enigüei. En el rancho tronaron “cuetes”, pusieron música y todos contentos. El día primero nos fuimos a comer a Ures, antigua capital del estado, como no cesaba de recodar mi tío. Primero teníamos pensado ir a comer a un puesto que conocía mi tío, pero no estaba abierto, por eso nos fuimos hasta la histórica ciudad de Ures. Entramos a un restaurant-bar frente a la Plaza Zaragoza, el “¡Ajúa!”. Es un lugar muy bonito, una vieja casa de adobe adaptada como restaurante. Tomamos fotos a morir, nos dimos una vuelta por la plaza y la iglesia y después volvimos al rancho en la tarde.


Y pues así pasé la víspera de año nuevo. Mi hermano manejo en carretera por primera vez, se llevó el carro desde Santa Anna, nos rechazaron de una casa, fuimos a Ures, comimos, dormimos, tronamos “cuetes” y nos divertimos.


Espero que uds, pillines, se la pasaran bien.



Cambio y fuera.