sábado, 7 de enero de 2012

No comí rosca de reyes

El viernes en el instituto la directora dejo a los niños llevar un juguete, para celebrar el día de Reyes en la escuela. Desde los de preescolar hasta 6to año pasaron gran parte del día jugando en el patio, unos llevaron bicicletas, patines, patinetas, DS, PSP, muñecas y demás; también comieron rosca y bebieron chocolate caliente. 

Mientras los niños se divertían con su recreo extra, procesando todo el azúcar consumido, los maestros tuvimos nuestra pequeña reunioncita, también con rosca y chocolate caliente. La verdad que yo no tenía ganas de comer rosca, pero para no ofender a mi anfitriona (la directora) me dispuse a partir una rebanada, no obstante, otra maestra estaba usando el cuchillo y decidí esperar... pero cuando lo desocupó, inmediatamente otra se atravesó en mi camino y lo tomó. Así que decidí servirme al último, para no estar como boba junto a la mesa esperando el cuchillo. Me serví chocolate -delicioso, por cierto- y me senté en la sombrita y pues que me dio flojera levantarme y ya no volví por la mugrosa rosca. 

Vaya, conviví con los demás maestros, me sentí como deben sentirse los niños cuando no los mandan a ver si ya puso la marrana y los dejan quedarse con los adultos en las fiestas. No hablaron nada interesante o quizás no puse atención.

Y ese fue el hecho más relevante de ayer. ¡Pero espere, querido lector! Que aun no termina mi delirio y me quedan más cosas por mitotearle.

Resulta que el martes, mientras caminaba del instituto a la parada del camión para irme a mi casita, me topé con un fantasma de mi pasado. Estaba sentado en unos escalones, tan serio él, tan lejano, tan cabezón: mi primer trauma amoroso. Lo vi y me entró el pánico, ¿pensaría aun que lo acosaba?, ¿se habría asustado de verme por ese barrio, tanto como me asusté yo al verlo a él?, ¿debería saludar? No quería ser vista o al menos, si ya se había percatado de mi presencia, esperaba que no se diera cuenta de también yo lo había reconocido. Afortunadamente, estaba sentado del otro lado de la calle  y caminé veloz para dejar su recuerdo atrás. Siento ansiedad cada vez que lo veo, porque piensa que estoy loca, o antes lo pensaba. Ash, malditos complejos que me dejo la secundaria.

Para alegrar esta entrada, vean esto:


 Mi hermano y yo junto a un chango alcohólico en Guadalupe de Ures






 Una especie de borrachín de madera y yo


 La histórica iglesia de Ures


Un ángel vengador que estaba dentro de la iglesia


Le presumo un poco de mi viaje, ¿cómo la ve?

El lunes vuelvo a clases, a iniciar el octavo cuatrimestre y lo que vendría siendo mi último año como universitaria porque, gracias a la rosa de guadalupe, el próximo mes de diciembre me gradúo y por fin seré licenciada en educación y si acaso el mundo se va a la chingada este año pues no me importa ya que me vendría graduando por el 13 ó 14 de diciembre.

Me inscribí el jueves y ya tengo mi horario pero ningún maestro asignado, cosa rara. Tendré dos materias virtuales; me encantan, entre otras cosas, porque mis compañeras las detestan. Las virtuales son Solución de conflictos y... Formulación de proyectos de investigación educativa. También llevaré, de manera presencial Evaluación y perspectiva de la educación a distancia, Presupuestos educativos, Evaluación del aprendizaje, Acreditaciones educativas nacionales e internacionales y Desarrollo de competencias profesionales.


Me estoy poniendo vieja D:


Pero me titularé antes que los malditos normalistas. ¡Albricias!

Cambio y fuera.

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