Ha bajado la temperatura a números negativos y cómo siempre se me congelan los pies y las manos. Quedan solo dos semanas de clases, tanto en la universidad como en mi servicio social. Espero resistir, me consuela la seguridad de que ya no dejarán salir a los niños al patio por el frío y podré quedarme en el salón bien a gusto con el calentón durante el recreo.
Hace unos días la directora entró en la oficina y al salir me dijo "está todo empolvado otra vez, te encargo que le des una limpiadita todos los días". Que chingona. Ya contrataron a alguien para intendencia, ¿que a poco no puede limpiar la oficina? Lo que estaba empolvado era la tele enorme que nos fueron a dejar a la oficina, que es para el hijo de la directora que vive fuera de la ciudad y la metieron en nuestra oficina para guardarla. Cómo si tuviéramos tanto espacio. En fin. Limpié, cosa que ya tenía rato sin hacer porque se supone que ya está la nueva señora de la limpieza que se encarga de de eso.
Antes de eso me dediqué a limpiar el teclado de la computadora. Le saqué todos los botones y le sacudí las pelusas. Parecía que había vida en ese teclado cochambroso. Pero lo hice por iniciativa propia, para entretenerme un día en que no hubo mucho que hacer.
El viernes fui a la fiesta de cumpleaños de una amiga al Zapata, una fiesta Black & Whithe. Uno de nuestros maestros también fue. Bailó y de hecho se mueve bien. Eso me recuerda que una de las maestras de mi socioservicio estaba comentando que ya no fumaba en la calle, solo en su casa, para evitar que la vieran sus alumnos. Se supone que los docentes se convierten en "figuras públicas" y deben comportarse con cuidado cuando salen para no ser sorprendidos en actitudes impropias por sus estudiantes o los padres de familia. Me imagino que eso aplica más cuando impartes clases en nivel básico o en la prepa. A nivel superior no creo que haya tanto problema. Además vivimos en una ciudad pequeña donde la mayoría frecuenta los mismos lugares y ni modo que el profe no pueda salir a divertirse con sus amigos a un bar solo para evitar que lo vean bailando sus alumnos.
Enigüei. Hacía mucho frío, pero aun así me arriesgué a salir con vestido y pantimedias. Igual, después de un rato bailando ya ni se sentía lo helado. Bailamos mucho y cantamos a grito pelado. Durante los ratos que ponían el karaoke consumí suficientes limones con sal como para no enfermarme de resfriado por un año, casi como inyectarme suplemento de vitamina C en las venas. Ojalá hubieran puesto más música electrónica. Me divertí bastante, pero me fui temprano para los estándares de mis fiesteros compañeros: a las 2 a.m.
¿Qué más, qué más ha pasado? Ash, tenía muchas ideas para un post, pero sin querer apagué la laptop y luego me fui a picar la carne y a comer taquitous con salsa habanera y pues se me olvidó todo.
Juan dice que hará una posada que no es posada, sino lo de siempre, la semana que viene. Haré una entrada sobre la no-posada y los que hayan ido la leerán con la idea de que los mencionaré =P. Quizás deba ir a más fiestas. Quizás deba socializar más con otras féminas. Quizás... naa. Mmm también se acerca la fecha en que normalmente en la posada de reencuentro con los de la prepa y René dice que llevará a alguien, lo que me deja sin amigo con quien platicar porque J se pondrá al corriente con su antiguo grupito.
Wow, autogol del Quéretaro. Se me hace que la final estará entre Tigres y Santos. Ni a cual irle. Mi hermana me hace burla porque las Chivas perdieron, sucumbieron a la maldición del super líder.
Bueno. Ya no tengo más que decir. La próxima vez anotaré las ideas para posibles entradas para no olvidarlas. Les dejo una foto vaciladora.
Diga no la piratería =P
Cambio y fuera.
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