¿Qué mejor que comer una hamburguesa y ver South Park? ¡Pues muchas cosas! Pero en este momento no me importa porque siento que me he organizado un poco mejor con mi materia virtual y con la ingente cantidad de tareas impresas que el profe lindo de Normatividad pide de un día para otro (naaah, no es tanta, solo exagero porque me choca andar imprimiendo a cada rato), a pesar de la ligera sencación de estrés por los proyectos finales.
No conseguí mi trabajo de ensueño. La muchacha nueva que se cambió del grupo de la mañana aparentemente lo hizo y aún así se queja de que sale muy tarde la maldita.
El viernes fui secuestrada por unas amigas y fuimos al Zapata, un bar karaoke. Nunca pusieron la canción que pedí. Después de un rato de cantada pusieron música y bailamos y un tipo con un cigarro en una mano y una cerveza en la otra me tendió su mano, creo que en una especie de gesto que significaba "¿bailas conmigo?", pero decliné. Admito que me divertí, pero solo cuando bailamos. Yo quería cantar pero supongo que no le parecí lo suficientemente atractiva o borracha al pimp encargado del karaoke ya que no me hizo caso. Nos fuimos de ahí a las 2:30 a.m., sordas y apestando a cigarro. Después de esta experiencia ya no siento más curiosidad por el bar ese y aunque me divertí no lo considero un lugar al que quiera ir seguido, sigo prefiriendo el cine o ver una película en mi casa con J y comida chatarra. Iré algún otro día, con otros amigos tal vez porque me gusta salir a bailar pero creo que los antros no son lo mío.
Me despido. Iré a trabajar en mi proyecto de normatividad... o a perder el tiempo visitando páginas españolas vaciladoras.
Cambio y fuera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario