lunes, 25 de julio de 2011

Galaxia va a la iglesia

¿Nunca les he contado de cuando fui a un encuentro religioso? ¡¿No?! Entonces hoy es su día de suerte. Síganme amiguitos y prepárense para leer una nueva chocoaventura de Galaxia…

Estaba yo en… tercer ó cuarto semestre cuando una amiga mía, que estaba involucrada en esa onda de los grupos juveniles de la iglesia, comenzó a reclutar nuevos adeptos para su secta. Es decir, invitó a media escuela a un “encuentro” de su grupo de jóvenes de la iglesia, de esos que te encierran un fin de semana completo: entras el viernes en la tarde y te sueltan deschamucado el domingo en la noche. Ella es una amiga muy cercana y pues en ese momento no me pude negar y me comprometí a ir aunque no estaba muy convencida.

Lo primero fue ir a un pre-encuentro una semana antes del desmadre ese, que consistió en ir a la iglesia para conocer a algunas de las personas que supuestamente irían al encuentro (supuesta porque muchos de los que andaban ese día no fueron al encuentro) y cantar y bailar y hacer representaciones de unas parábolas. Admito que esa parte estuvo muy divertida, lo de bailar y cantar canciones de esas típicas de los catecismos: “si tuviera fe como un granito de mostaza, ¿qué pasa? Eso dice el Señor”, “cielo nuevo, tierra nueva donde iremos a vivir”, “hay va bajando, va cayendo, va cantando, va ardiendo, es el espíritu de Dios que está aquí” y cosas por el estilo. Era bien genialoso andar brincando por toda la iglesia y cantando… Por un momento pensé en la secta a la que se unió Homero, esa del líder y todos cantan:





Jojo, nunca lo había pensado de esa manera… que ingenioso.

Viernes
Enigüei, llegó el día del encierro. Una de las reglas era no llevar aretes, pulseras, relojes, collares, celular, comida, dulces y otros similares. Según que pa’ que no nos distrajéramos viendo la hora a cada rato ni para comunicarnos con otras personas fuera del lugar. A mí se me olvidó quitarme la cadenita de plata que me regaló una tía cuando hice la primera comunión porque nunca me la quitaba y ni me acordé que la llevaba puesta hasta que una tipa de esas que eran “servidoras” me la vio y pues órale, que me la tenía que quitar y se la diera, que me la devolvía el domingo cuando terminara el encuentro. Ni pedo. Luego que según había que dar una cooperación “voluntaria” para no sé qué, pero no traía dinero y no les di nada, aunque me preocupó que me la hicieran de cuento.

Iba con otra de mis amigas y aparte estaban otras dos compañeras del salón así que no me sentí taaaan sola. Dejamos nuestras cosas en el enorme dormitorio que compartiríamos con las otras mujeres y nos fuimos a la capilla para la misa de bienvenida. No recuerdo NADA de la misa, solo los comentarios que hicieron antes de que en la noche se aparecía el fantasma de una doña vendiendo tamales y que la virgen que chalala, la presentación de los quién-sabe-cuántos que andábamos ahí y ya. Volvimos al dormitorio para descubrir que nuestras pertenencias habían sido vilmente esculcadas: sacaron todo lo que llevábamos acomodadito en las mochilas y luego de verificar que no traíamos drogas, frutilupis, porno ni nada que nos alejara de nuestra misión de acercarnos a Dios lo remetieron todo así a cómo su papi celestial les dio a entender: un batidero total. Me sentí ultrajada D:

Luego juntamos las literas para poder dormir juntas Arelli, Lupita, Ely y yo, porque no nos dio confianza dormir con las desconocidas con las que nos habían emparejado, nos pusimos pijama y nos dirigimos a cenar hot dogs… típica cena de encuentro, por lo menos aquí en mis rumbos. Después los servidores de la cocina se presentaron y que nos dicen que veremos La maldición. Salimos del comedor y en otro cuartito nos pusieron la mentada película, que se corta luego luego y comienza un video producido, escrito, actuado y grabado por los mismos servidores. El video contenía escenas de orgías salvajes –neta-, hijos contestones, padres golpeadores, personas pisteando, fumando, drogándose, sexo fuera del matrimonio, tipos haciéndose la chaqueta y puras cosas así. Cuando se acaba el video se supone que debíamos estar arrepentidos de hacer todo eso y nos comenzaron a gritar que si estábamos contentos con nuestra actitud y la chingada. No mames –pensé- qué buenos actores son estos. De repente había personas llorando y el tipo sentado a mi lado fingía que lloraba pero en realidad se estaba carcajeando xD. Todo bien dramático el pinche video miado ese y sumamente churrigueresca la situación.

Así se acabó el primer día del encuentro, al menos ya es todo lo memorable que recuerdo. Mmm en la noche nos cortaron la luz del dormitorio y en la madrugada alguien salió o entró dejando la puerta abierta del dormitorio y pues se colaba todo el jodido viento frío, pero nadie se levantó a cerrarla porque: a) estaban dormidas, b) les daba hueva, c) tenían frío, d) les daba miedo el fantasma tamalero.

Eso fue todo por el primer día.

Cambio y fuera

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