Posadas II

Para sorpresa mía, me la pasé bastante bien en las dos posadas a las que fui. Primero fue la del grupo de la escuela y a pesar de que fue también el tipo Rascabolas, estuvo divertida. Llovió un poco, pero si se pudo asar la carne y bailar un rato y esta vez no hubo balacera como en la posada del año pasado (a la que no fui). El viernes fue la posada del reencuentro con los de la prepa y el festival navideño de los niños del kinder. Estuve en el mall desde la 1:30 decorando el escenario con las otras maestras hasta las casi 6 de la tarde que terminamos de recoger, limpiar y guardar todo. Salió muy bonito todo y estoy comenzando a apreciar las bondades de ser maestra de preescolar: el cariño de los niños, la satisfacción que da cuando aprenden algo nuevo y... los regalos xD. Los niños son taaan dadivosos, me fui a mi casa con un montón de chocolates, galletas, buñuelos, dos tazas navideñas, un dibujo, una bufanda y unos bollitos. Gracias a los papás =D.

Cuando terminó todo lo del festival y mi hermana salió del cine nos fuimos a casa mi madre, mis hermanas, J y yo. Me cambié de ropa y J y yo nos fuimos a la posada con los del Cetis. Yo pensé que solo iba a ser pisteada pero no. Cenamos menudo con pan bimbo. Nos pusimos al corriente de las vidas de algunos ex-compañeros, bailamos, nos atiborramos de papitas, hasta hubo música en vivo porque Carlos llevó a los de su banda "los supremos". René no fue, maldito.

Todos nos ganamos unas merecidas vacaciones. Yo pienso dormir hasta tarde y hacer como que no existe el cochino silicón, ni el foami, ni las pinturas textiles, de agua o temperas. Tampoco existen los trabajos finales, exposiciones ni trabajos en equipo de cualquier tipo.

Tengo varias anécdotas divertidas de los pequeños gremlins del kinder, pero tendrán que esperar porque soy una holgazana. Y para tener las cosas claras: me refiero a mis alumnos como gremlins de forma cariñosa, no porque los odie o algo así, son un amor de monstruitos.

Cambio y fuera.