martes, 21 de septiembre de 2010

¡Plop!

Hay días en que mi autoestima está tan baja que me siento como:
  • El que está detrás del último en una fila. Como cuando repartían chocolates en el cinema gemelos a los primeros 500 en entrar. ¿Se imaginan como se ha de sentir ser el número 501? O como en Resident Evil 2, cuando evacúan la ciudad mapache, y luego cierran las puertas para que no salga nadie, pero primero alcanza a salir un carro y luego ¡plop!, la cierran justo en las "narices" del carro que venía atrás.
  • Juan Preciado, de la novela de Pedro Páramo.
  • La cucaracha que se ahogo en el vaso de clamato que deje en el patio.
  • El muchacho que sale en Little Miss Sunshine que quiere ser piloto y luego descubre que es daltónico.
  • Juan, cuando le pedí que me dijera una analogía para este post y ni siquiera supo lo que es una analogía...
  • Las tapaderas de las barras de pan que nadie quiere comer.
  • Carmen Salinas.
  • Una papa sin ketchup.
  • La avispa que maté de espatulazo y que eventualmente fue devorada por las hormigas en el patio.
  • Samurai Jack.

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